Los encofrados, también conocidos como moldes o cimbras, son estructuras temporales utilizadas en la construcción para dar forma y soporte al concreto fresco hasta que adquiera la resistencia suficiente para mantenerse por sí mismo. Estos encofrados son esenciales para dar forma a elementos de concreto, como muros, columnas, vigas, losas y otros elementos estructurales.
La función principal del encofrado es contener el concreto líquido (hormigón) durante el proceso de fraguado y endurecimiento. Los encofrados pueden estar hechos de diversos materiales, como madera, metal, plástico o materiales compuestos. La elección del material depende de diversos factores, como la forma y el tamaño de la estructura, la reutilización del encofrado, la velocidad de construcción y otros aspectos relacionados con el proyecto.
Una vez que el concreto ha alcanzado la resistencia deseada, se retira el encofrado para revelar la forma final de la estructura. El proceso de encofrado y desencofrado es crucial en la construcción, ya que afecta directamente la calidad y apariencia del elemento de concreto final.