Los encofrados se utilizan en la construcción con el propósito de dar forma y soporte temporal a elementos de concreto mientras se encuentra en estado fresco y líquido, antes de que alcance su resistencia estructural final. Algunos de los objetivos y funciones principales de los encofrados son:

  • Dar forma a elementos de concreto: Los encofrados permiten crear la forma deseada para elementos de concreto, como muros, columnas, vigas, losas y otros componentes estructurales. Esto es esencial para lograr el diseño y la geometría previstos en el proyecto de construcción.
  • Soporte durante el fragüado: El concreto es un material que tarda en fraguar y adquirir resistencia. Durante este periodo, es necesario que el concreto mantenga la forma deseada y reciba el soporte adecuado para evitar deformaciones o colapsos. Los encofrados proporcionan este soporte temporal.
  • Facilitar la manipulación y vertido del concreto: Los encofrados facilitan el proceso de vertido y colocación del concreto en la ubicación exacta requerida. También ayudan a contener el concreto líquido, evitando que se disperse y asegurando que se distribuya adecuadamente.
  • Lograr superficies lisas y uniformes: Los encofrados contribuyen a obtener superficies exteriores lisas y uniformes en los elementos de concreto. La calidad del encofrado influye en la apariencia final del proyecto, especialmente cuando se trata de superficies visibles.
  • Posibilitar la reutilización: Algunos encofrados están diseñados para ser reutilizables en múltiples proyectos. Esto puede ser beneficioso tanto desde el punto de vista económico como medioambiental.

En resumen, los encofrados son esenciales en la construcción para garantizar la correcta formación y fraguado del concreto, contribuyendo así a la seguridad, estabilidad y estética de las estructuras.



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